Esta solo se puede alcanzar logrando un equilibrio adecuado con la eficacia y el trabajo. Existen varias maneras de conseguir la eficiencia empresarial: Conseguir eficiencia y productividad por parte de los empleados en las organizaciones requiere medidas innovadoras y originales que permitan mejorar los resultados empresariales.
El trabajo como una actividad y no un lugar físico. Un trabajador no es mejor por estar más horas en su puesto. Hay que desterrar la cultura del “presentismo” tanto para los trabajadores como para la dirección que parece valorar este factor en perjuicio del cumplimiento de objetivos.
La motivación y la implicación de los empleados en los objetivos son pilares para un funcionamiento positivo de la misma. Hay que valorar al empleado y aportar unas condiciones de trabajo que le permitan disfrutar de otros aspectos de su vida.
Repetir mecánicamente una tarea no es la mejor manera de contribuir a la eficiencia empresarial. Un empleado que no pueda dedicar tiempo a su vida personal no podrá estar motivado; está demostrado que el rendimiento es mayor cuando el trabajador disfruta de su vida privada. Las medidas de conciliación y flexibilidad son, pues, además de un derecho, un factor de mejora de la productividad.
La implementación de medidas de racionalización horaria y conciliación suponen para las empresas, tanto grandes, pymes y autónomos, un importante plus de productividad e implicación de los trabajadores.
Cuanta más unión de empresa y trabajadores, mejores perspectivas de negocio. Se presenta la necesidad de actualizar y modernizar las condiciones en las que la empresa desarrolla su labor: fomentar el trabajo en equipo, considerar al trabajador como aun “cliente interno” que necesita saber qué y por qué hace las cosas, etc.
El empleado ha de tener una agenda estructurada para que pueda abordar de manera ordenada cada una de sus tareas. Hay que gestionar correctamente el tiempo para alcanzar el éxito.
Si nos comparamos con otros países de Europa y con Estados Unidos, ellos dedican 30 – 45 minutos para comer. De esta manera la carga de trabajo se mantiene estable a lo largo de la jornada. Además suelen entrar antes a trabajar con lo que también pueden salir antes por la tarde. No tiene mucho sentido desperdiciar tanto tiempo de la jornada laboral en la comida, si esto supone salir de trabajar a las 19 – 20 horas.
Reuniones más cortas, con duración limitada, a primera hora de la mañana o de la tarde y con un orden de los temas a tratar, ciñéndose exclusivamente a éstos.
Es difícil concentrarse en el trabajo consultando el correo constantemente o escuchando la señal del Whatsapp a cada instante. Hay momentos en que es necesario desconectar.
Los empleados tienen que luchar por unas condiciones de trabajo favorables pero también rechazar las actitudes perjudiciales por su parte. En el lado contrario, la dirección tiene que intentar modernizar el sistema laboral utilizando las medidas necesarias